Dilema...
Ella es la causa de mis momentos más sinceros
Se hizo manantial en mi sequía, mi compañía.
Un suspiro de esperanza en medio del caos
La cobija tejida para mis inviernos fríos
Y la luz que atraviesa las grietas de mi alma.
Es calma y almohada de plumas para mi cabeza
Y un refugio seguro en mis tempestades
Su presencia es más grata que la sombra de los árboles
Cuando el sol quema fuerte en los días de verano
Y, cuando me acerco al borde, su mano, evita siempre que yo caiga al vacío.
La veo y por momentos se me olvida que existe el tiempo
En el silencio solo escucho la fortaleza de sus latidos
Y no hay suspiro que falte cuando sea necesario
Ella es lo que busco cuando pretendo encontrarme
En el espacio que construye con la yema de sus dedos, todos los días al despertar.
No puedo dejar de pensar en lo afortunado que soy
Al tener su presencia conmigo… y su cuidado, y sus mimos
Veo en sus ojos el cálido trato del que ama a quien ama
Y yo obtengo todos los beneficios, solo porque existo
Porque me ha hecho la persona que quiere que sea, aunque yo no lo merezca.
Ella pone el sabor a todas mis noches, a mis tardes y a mis mañanas
Cuando lo deseo se hace presente, y es fuerte, cuando soy débil
Me convierte en ganador cuando pierdo y, cuando creo que soy nada, soy su todo
Y, aunque sé que con ella también lo tengo todo
Ella… no eres tú.