Estás...

Estás...

Para ofrecer a los días un sabor renovado y a las horas una conversación enriquecedora. Para ser el origen de una risa genuina, haciendo que el aire que rodea mi espacio sea más liviano, incluso cuando hay momentos que intentan ahogar mi aliento.

Para ser compañía, de la buena, de la grata. Para sumar recuerdos felices y restar agonías. Para que tus ojos se posen sobre aquellos que buscan custodiarte. Para, con tus palabras, fortalecer hombros cansados por el peso de batallas perdidas.

Para crear seudónimos y disfrutar de ellos. Para colocar en mi piel una caricia delicada y ofrecerte un beso sincero en tus manos. Para abrazar mis palabras y hacer que mi espacio se sienta más amplio. Para dar a las mañanas un saludo que aporte nueva esperanza a la existencia.

Para decir, ¡adelante! Para decir, ¡sé que puedes! Para ser la motivación cuando la adversidad invite a rendirse. Para dar, para ofrecer, para escuchar, para ser. Para no juzgar las frustraciones y comprender la fragilidad. Para reír, para llorar, para querer; estás.