De ti...

De ti...

Lo quiero todo. Tus ojos, tu pelo, tu risa, tu boca, tus besos, tus gestos, tus ideas, aunque locas, y uno que otro verso de los que sueles compartir. Tus miedos, tus inseguridades, tus suspiros, tus sueños; la valentía con que te mueves para llegar a cualquier parte y la forma en que mientes para no hacerme sufrir. Es raro, lo sé, pero la hago de tonto sólo para verte feliz.

Quiero de ti, tu todo. Tu cuerpo, tu sexo, tus gemidos, tu sudor. La verdad es que me aferro a lo que sale de ti, pues por ti, suspiro cada vez que apareces y entras en mis pensamientos sin pedir permiso alguno y, en ese instante te encuentro, espero que sea lo oportuno, pero mis noches contigo, las quiero todas.

Todo de ti lo quiero. Desde los pasos perfectos de tus pies al caminar, hasta la más compleja de tus imperfecciones. Quiero tus curvas, tus brazos, tu voz como miel resonante en mis oídos, tu ombligo; tus piernas amarradas a mí. Tu corazón y sus latidos que, a mi ser, le hace querer vivir. Quiero los días contigo. Si por sentirte soy más fuerte y verte, es como el premio que me ha regalado la vida. Tu presente, tu pasado. Cargo con todo. Lo quiero todo… de ti.