Prosas Ella no sabe (infatuación)… Él cierra los ojos y la ve; la piensa y la vive a flor de piel, pero ella no lo sabe. En silencio, respira, se mira al espejo y recuerda su rostro; a su alrededor, capta su esencia. Se alimenta de sus palabras, observa sus gestos, escucha su risa y
Prosas Futuros... Llegaste, me envolviste y me aferré a ti. Te disfruté tanto que, en un momento, creí que eras suficiente. La porción de felicidad que cargaba era tan grande que temía que mi inventario de sonrisas se agotara en cualquier instante. No me daba por nada, y todos lo notaban, incluso
Prosas Estás... Para ofrecer a los días un sabor renovado y a las horas una conversación enriquecedora. Para ser el origen de una risa genuina, haciendo que el aire que rodea mi espacio sea más liviano, incluso cuando hay momentos que intentan ahogar mi aliento. Para ser compañía, de la buena, de
Prosas Espacio... No basta con que el sueño invada las noches, ni que los párpados se tornen pesados mientras la mente le indica al cuerpo que es momento de descansar. La costumbre se adueña de esos momentos sin luz, de las horas nocturnas, y exige con vehemencia que la ausencia a la
Prosas No fue antes... Si hubieras llegado antes, habría alzado mis defensas contra el afecto. Todas las armas que el tiempo me ayudó a forjar, guardadas en ese arsenal que construí para protegerme. Habría desplegado mi ejército de excusas, luchando hasta el agotamiento para resistir cualquier contacto. Habría ejecutado mis estrategias más finas para